miércoles, 21 de septiembre de 2011

Cuentos y sueños

Hoy os explicaré un cuento… la historia de un sueño.

Dicen los libros de la vieja biblioteca de Midipitan, ciudad costera al norte de la antigua metrópolis de Lamblia que antes de que el mundo fuera mundo, existían dos hermanos de nombres Upofasi y Upocuay.

Situados estos en los montes de Kailan, ambos hermanos eran hijos de los dioses de la creación y habían nacido por su papel trascendente en el devenir de la humanidad. Los dioses una vez creada la vida decidieron dotar a cada ser de ciertos atributos, al guepardo con la rapidez, al mono con la con la jocosidad, al cocodrilo con el terror y al hombre con la sabiduría entre otros.

Upofasi, al igual que su hermano, una vez nació se retiró a los montes, y allí se encerró para recibir la misma formación, pero una vez entendieron el mundo como un todo, Upofasi creyó ver su razón de ser: la certeza, el saber estar, la constancia y el trabajo. Upofasi era alto, fuerte y bien plantado y tenía una voz de aquellas que hasta las nubes se postraban acongojadas. Impregnó con su sabiduría a cada uno de los seres que los dioses habían creado y así la humanidad se convirtió en un mundo casi perfecto, donde todo el mundo sabía lo que tenía que hacer, donde reinaba la armonía y el orden y donde la disputa, la envidia, la felicidad o el amor eran sentimientos que Upofasi entendía como prescindibles simplemente no aparecieron.

Ante la prestancia de su hermano, y por que no decirlo al temor a su figura Upocuay se refugió en su cueva, en una montaña alejada de los montes de Kailan, cerca de la aldea de Coba donde las mujeres mayas tejían y bordaban en armonía. Upocuay pasó largas temporadas en su cueva intentando descubrir el porque de su existencia y tras años y años encerrado en sí mismo decidió disfrazarse de monje y salir vestido con sus harapos hacia la búsqueda del porqué de las cosas. Mientras, el mundo era tan perfecto que ni siquiera Upofasi tenía que actuar.

Upocuay fue primero a hablar con las muchachas mayas a las que preguntó por su felicidad, ellas lo miraron como si no entendieran lo que decía , así que les preguntó directamente por su forma de vida. Era una vida perfecta, en armonía, sin discusiones, el marido iba a trabajar mientras ellas hacían lo propio y los hijos de ambos disfrutaban de un orden prestablecido donde todo estaba claro. Luego preguntó al guepardo y este le dijo que con la habilidad de la carrera podía comer lo que quisiera pues estaba claro para él quien era víctima y quien era simplemente azar con lo que obviaba el azar para centrarse en cada presa solo por necesidad. También preguntó a la cebra que le dijo que entre los pastos no podía pedir nada más y que si un guepardo aparecía se dejaba cazar para mantener el orden lógico de la vida.

Upocuay habló con mucha gente, con muchos seres y todos hablaban maravillas del orden y la armonía con lo que se despojó de sus harapos humanos y puso rumbo a su cueva, entendiendo que su papel en la vida quizás fuera el de consejero o bien ermitaño, donde la gente que quisiera podría acudir a él y él allí estaba, pero que el papel de su hermano no era malo, quizás incluso era perfecto.

Por el camino Upocuay oyó la voz de una chiquilla, que de repente se tornó melodía, la niña lo miró a los ojos de una forma lúcida, extraña para un ser humano, los ojos le brillaban, tenía luz propia, y de repente entendió algo que hasta ahora no había entendido. En cada paso que daba, en cada pregunta que hacía tras la respuesta, algo se apoderaba del ambiente… era el dios silencio que todo lo absorvía. La niña se acercó a su oreja y le dijo cantando la canción que de ella, su boca, salía…"la vida que no exite jamás puede ser vivida". Quiso alcanzar su mano para acariciar el rostro de la tierna niña, pero al alargar la mano, ésta, simplemente se desvaneció.

Upocuay se alejó a su monte a su refugio con la canción en su mente. Dormía y se repetía la canción, se levantaba y se repetía la canción.

Upocuay no dormía, no vivía, no sabía que significaba esa frase que lo atormentaba.

De repente apareció a las puertas de su cueva una pequeña comadreja… y le dijo “oíste un canto de sirena y no te tapaste los oídos Upocuay… la vida está llena de misterios sin resolver o quizás este misterio te pertoca desvelarlo a ti. Crees que hemos de vivir en orden y armonía, crees que los sueños existen, crees en el amor en el odio y la envidia... en qué crees Upocuay?”

De repente todo cambió. Upocuay miró a la comadreja y de repente lo entendió. Atravesó montes y montañas , laderas y valles para encontrar a Upofasi.: “ Upofasi - dijo- creo que si juntamos tu orden con mi magia podemos crear un mundo mejor” Upofasi lo miró y se rió “iluso puede haber algo mejor que la armonía y el orden?  lárgate a tu cueva y medita Upocuay y no salgas de allí pues turbas mi paz y la de mi creación”. Upocuay lo miró, tenía todas las respuestas. Salió a la luz, ante la mirada atónita de Upofasi, abrió sus brazos, su existencia tenía un sentido, el sentido que le había dado años de meditación, hablar con los seres de este mundo y del otro, compartir, oír y escuchar y no sólo mirar si no observar. Upocuay miró al astro de la gran luz, sabía que era la última vez que lo haría, pero era feliz, muy feliz, miró tras de sí un minuto, Upofasi estaba atónito, el astro que todo lo puede se iluminó más y más y de él salió un rayo de luz, un rayo de calor , iluminó el corazón de Upocuay. Cerró los ojos, pero no se apagó su luz, ni su resplandor ni su fuerza. Y de repente sólo magia, de cada célula de Upocuay de desprendió un minúsculo haz de luz, de cada corpúsculo, miles de nuevas particulas, de cada nueva partícula millones de nuevas fuentes de luminosidad. Upocuay se tornó luz y la luz se escampó por el universo creado por sus padres. Cada pequeño brote de luz fue a cada corazón de cada ser, de cada animal, de cada planta de cada ser humano…

Upocuay vio que su vida fue hecha para decidir que él sería el último que decidiría algo por nosotros.

Y el mundo cambió

Apareció el odio, el amor, la felicidad, la envidia, el desorden, la música, el ruido, la armonía, el equilibrio, la desrazón, el sufrimiento y todo ello formó parte de cada uno de nosotros para que de cada uno nazca un ser único, diferente a los demás… y porque no…totalmente imperfecto…

Upocuay se escondió en el libro de la sabiduría de Midipán, y allí entre cada letra en cada frase existe para quien quiera leerlo, para quien quiera conocerlo… pero no hace falta irse al mundo de las ideas pues él forma parte de cada uno de nosotros.

Con esta historia entendí que todo es posible, que nada es improbable y que la vida simplemente puede ser lo que uno quiere que sea…. O quizás no… pero nosotros decidimos…

Bienvenidos al universo de las posibilidades de nuevo…………. nada es imposible, simplemente puede serlo, y a veces simplemente depende de nosotros...
Salut i Força
Jordi Seuba

jueves, 28 de julio de 2011

Simplemente haber vivido

Estamos ante uno de esos meses de Julio atípicos.

Sentado en el respaldo de mi sofá escribiendo este blog hoy puedo ver al astro sol como nos acompaña por primera vez de forma clara desde hace muchos días. Simplemente parecía que quería acompañarnos desde que el calendario marcó que había llegado su hora, pero unas veces la timidez, otras las nubes y sus relámpagos y otras simplemente el aburrimiento y la nostalgia habían impedido que asomara la cabeza informándonos a todos de que, de nuevo el calor había llegado.

Pero lejos de valorar estos acontecimientos como negativos creo que haciendo un paralelismo con lo que a nosotros nos concierne, tanto tiempo cambiante no ha sido ni mucho menos negativo.

Depende como lo miremos las estaciones permanentes son poco interesantes pues a pesar de que en el caso del verano podamos ,en teoría ,disfrutar de una estancia agradable bajo el calor estival, da poco que hablar, la monotonía nos invade y simplemente disfrutamos, por que no, de un merecido descanso.

En el último mes y medio Okume ha sido como lo que llevamos de verano, una situación de tiempo cambiante pero, ni mucho menos ,negativo. Lejos de permanecer quietos y esperar que el mes de setiembre nos invada con sus nuevas preocupaciones hemos establecido nuevas rutas de trabajo, y hemos sufrido el cansancio que presupone el trabajar para un sueño esperando que salga bien con la ilusión por bandera.

Primero hablaremos de Todo por que Rías y su fiesta de verano donde pasamos un video del proyecto de Nepal que se está gestionando gracias a los beneficios entre otros captados por todos los amigos de la compañía. Pensar que la implicación ha llegado al punto que alguno de sus miembros se desplazarán al Orfanato para llevar los ordenadores necesarios para la clases de informática que estamos creando, por iniciativa propia, por la simple ilusión de hacerlo.

Reseñar en este inicio de verano atípico la incursión de Okume en tierras de Huesca donde participamos en  A' Taleca 2011 donde gente de tierras aragonesas realizaron eventos para recaptar recursos y divulgar los proyectos de Okume, centrándonos en ese momento en el proyecto de Senegal, aquel de las costureras y el colegio.

Y digo el de las costureras y las escuelas porque en otro de los frentes Okume la Xarxa Delta  dependiente de la UPC afincada en Castelldefels hemos dado otro paso importante en la idea del tratamiento del paludismo en ese país de acuerdo con otras ONGs con la que nos asociamos. Djine y Moustapha, presidentes de las dos contrapartes de Okume en Senegal están trabajando de forma especial para conseguir que las autoridades sanitarias y la universidad de Senegal participen con nosotros y hacer un proyecto global que simplemnete ayude al máximo número de personas posibles y si pudiera ser abra la puerta para que otras ongs se  beneficien de este trabajo y el número de beneficiados en los siguientes cinco años sea el mayor posible, lejos del protagonismo... por eso se creó Xarxa Delta.

Chantal desde Camerún nos  informa que los niños van saliendo del hospital, que doce profesionales de la sanidad trabajan en el Hospital Okume Ngog Lituba y que ya formamos parte de la Xarxa (de nuevo esta palabra que significa trabajo en equipo) de vacunación del país en un tiempo récord (normalmente se tarda dos años y nosotros hemos tardado tres meses).

Benito en Guinea Ecuatorial tiene matriculados para el nuevo curso escolar un centenar de niños entre dos y seis años para continuar la labor educativa, y la ayuda especial de nuestros socios hará que la casa de cooperantes esté finalizada antes de final de año. De momento hoy mismo Simplicio se desplaza para formalizar las matrículas y aplanar el trabajo a Merche y Amador que por segundo año ayudarán a la cooperativa que se está formando a llevar las riendas del colegio.

El concierto de la Enrajolada en Martorell, éxito como el año pasado con la participación de tres artistas de nivel, explicando lo ya realizado para dar la mayor transparencia posible a todods nuestros proyectos, recogiendo fondos en este caso para Senegal y Camerún.

El Dissabte solidari en Castelldefels con el mismo fin que el anterior, siendo un éxito en la difusión de cada uno de nuestros trabajos.

La auditoría externa para el tema de calidad pasada por Okume en las instalaciones del C.E. Jaume Balmes que sin la participación de Raúl y Jaume hubiera sido totalmente imposible de superar y que nos da a Okume una doble vertiente, aumentar un punto las posibles prestaciones futuras y dar mayor transparencia si cabe a nuestros proyectos, e incluso identificar los fallos que también existen, para intentar corregirlos en una idea de mejorar el universo Okume.

Finalmente la solicitud del Ayuntamiento de Martorell para encontrar puntos de encuentro para trabajar en equipo, en xarxa, con el tema del voluntariado.

A veces en este camino, alguna reacción poco comprensible fruto del desconocimiento y del pensar más en uno mismo que en los demás, al cual ya hemos contestado pero con resultado escaso y que no merece, de nuevo, más comentarios.

Todo esto en un mes y medio, todo gracias al número alto de voluntarios cada uno haciendo su papel de forma desinteresada simplemente por el placer de haber vivido por y para otros en esta vida extraña que nos toca vivir encerrados en cada uno de nuestros problemas que no son pocos y que de algunos soy consciente.

Eso da mayor valor a todo, el voluntariado, el trabajo desinteresado, la labor que no se desmiembra, el castillo que hemos construido y que si lo hacemos bien sobrevivirá mientras Okume sea necesario para otros.

Gracias por todo a cada uno de vosotros... y descansemos.
Feliz verano, parece que ya sale el sol.


Salut i Força

Jordi Seuba

sábado, 18 de junio de 2011

Un puñado de arroz

Aún hoy existen dudas ocasionales con respecto a las ONGs en general.
Tras varias estancias por esos lares, es cierto que algunas actuaciones distan a veces del ideario que se les presupone y pueden ciertamente ocasionar recelos entre la población, hoy sensibilizada con estos temas, pero por otra parte acuciada con sus propios problemas fruto de los tiempos de incertidumbre en los que vivimos.
Es justo imaginar que en parte somos entre todos culpables de la pérdida de fe en las actuaciones lícitas mayoritariamente de los colectivos llamados cooperantes.

Yo, más allá de afirmar o no tales miedos y dudas me  limito a decir y recordar que en general, aunque todos formemos parte de algo, de nuestra familia, nuestros compañeros de trabajo, nuestro equipo de fútbol etcétera, en realidad cada uno de nosostros somos seres indivisibles que tomamos decisiones cada uno la que cree más oportuna, a veces no siempre, la más correcta.

El otro día fui lector de una serie de falsedades respecto a la financiación de las ONGs y especialmente de la nuestra. Me produjo tristeza, más allá de la mentira que presupone establecer lazos de unión con personas a las que ni siquiera conocemos, que se nos utilice para satisfacer ansias personales de poder, me parece, por lo menos triste, y falto de seriedead con personas que pretenden o al menos pretendían, formar parte de algo, y tomar decisiones por un colectivo.

Lo voy a dejar aquí pues tales personajes no necesitan por ello más publicidad, pero no quería empezar este blog sin expresar mi desaprovación en nombre de un centenar de personas de la familia Okume que trabajan sin esperar nada más que la satisfacción propia del trabajo bien hecho para conseguir llevar a cabo cada uno de nuestros proyectos.

Dicho esto, tres noticias sobrevuelan el universo Okume.

Por una parte, el Minibus de Senegal ya es un hecho, ya se ha contactado con un conductor que acepta la fórmula de la autofinanciación como fórmula magistral al desarrollo futuro y ya hemos encontrado la forma de financiar por entero el coste de este transporte para que los niños puedan asistir a sus clases sin escusas secundarias por la lejania del centro escolar.

Por otra parte, y gracias a todos nosotros y a Todo Porque Rías, el arroz del orfanato de Nepal ya es un hecho y la cantidad comprada dará comida al orfanato durante seis meses.
Con esperanza esperamos que nuestro nuevo amigo Javier se desplace a finales de año a Nepal para poner en marcha el resto de proyectos que el orfanato y Okume tienen en común... y así sumaremos de nuevo sonrisas. Gracias a todos por el esfuerzo y a Cristina por permitirnos entrar en este fantástico proyecto.

Y por último, el proyecto de Okume con la UPC, lo que llamamos Xarxa Delta está en fase de maduración, hemos conseguido parte de los datos y se pretende dotar los dispensarios de Senegal en los que Okume participa de  material médico y humano para que la lucha contra la malaria sea una lucha a favor de la vida,..., y todo ello gracias al esfuerzo de muchos, al esfuerzo de todos.

Okume sigue en su suma y sigue, para ello cada socio, cada aliento, cada esfuerzo, cada vez que tocamos una puerta se abra o no, cada gota de sudor, ...,  vale la pena.

El 15 de Julio habrá otro gran esfuerzo colectivo en Martorell y posteriormente un la Diada Solidaria de Castelldefels... suma y sigue.

JERE JEF

Jordi Seuba

Salut i força

jueves, 2 de junio de 2011

Suma y sigue

Ayer vino a vernos Amador.

Amador, cooperante sin igual, ha pasado los últimos ocho meses de su vida en Guinea Ecuatorial. El hecho de pasar una temporada tan larga en África en un lugar donde no conoces a nadie inicialmente, donde te dejan a la brava y bajo el amparo de una Fundación que aunque te protege de alguna manera no puede vivir cada uno de tus momentos, no deja de ser un evento destinado sólo a los valientes. Valiente es la palabra que lo define. Volvió con una sonrisa eterna. Cierto es que inicialmente en una entrevista a su llegada, Amador me dio su impresión de su estancia. Lo malo, que también lo ha habido, fruto de la inexperiencia en el país, de las dificultades propias de Guinea, los malos entendidos secundarios a las diferencias culturales y la sensación ocasional de soledad que poco a poco con el paso del tiempo y con el dominio del espacio y el tiempo fue superándose. La sensación a veces de que los que están al otro lado del mediterraneo no pueden entender cada uno de tus momentos, y eso, os lo digo, es totalmente cierto, pues Amador no sólo fue a cooperar, fue a vivir, a enriquecerse como persona, a sufrir también y finalmente a disfrutar, pues sin su presencia allí dificilmente el proyecto huebiera sido el éxito que está siendo.

A día de hoy ya hemos parado las matrículas del año que viene pues las aulas están repletas.

Y allí empieza lo bueno, ese niño que no conocía los colores, las vocales, las sílabas y que ahora es capaz de leer, de escribir, de comportarse, de tener unas mínimas normas de conducta... osea, de sentir normalidad, de tener oportunidades.

Cierto es que el camino realizado por Amador no ha sido fácil, es más, posiblemente la mayoría de nosotros en algún momento de desesperación tras sufrir algún que otro hurto, o de sentirse estafado por alguna autoridad o bien al tener que pagar alguna multa del coche que muy bien no entiendes porqué te la están tramitando o miles de anécdotas que sólo su retina recuerda,..., en cualquiera de estos momentos hubieramos cogido un avión de vuelta y nos hubieramos desplazado al calor seguro de nuestro hogar.

Pero Amador no lo hizo, y aunque sé conscientemente que en multitud de ocasiones se lo llegó a plantear, también quiero reconocer el valor que representa perdurar en el empeño porque sabes que tu labor no sólo es importante, posiblemente ha sido determinante.

Al final de cada camino vivido, las dificultades te hacen más fuerte, mejor persona, más claro en tus convicciones, más maduro en tus decisiones. Así vi a Amador ayer tras llevar unos días ya con nosotros y haber podido reflexionar en lo que ha sido su experiencia.

Yo sé que volverá el año que viene, él también lo sabe, pues encontró allí una familia, unos amigos de verdad al final del camino, una suma de sonrisas eternas a su persona que en el fondo somos todos nosotros.

En definitiva él es Okume, nos ha representado y nos representa, como cada uno de los desplazados en cada uno de los lugares donde trabajamos.

Cada vez que veamos un niño en las fotos de Guinea con un libro, con una oportunidad... debemos acordarnos de quien fue determinante en su desarrollo, de quien es el valiente cooperante.

Jere jef Amador

Salut i Força

Jordi Seuba

martes, 17 de mayo de 2011

Jere jef

Gracias, Jere jef...eso es lo último que he recibido en mi teléfono móvil en el día de hoy.

Han sido tres mensajes con la misma palabra, de tres personas diferentes, de tres lugares alejados de una de nuestras otras patrias: Senegal.

Cuando a principio de año mi amigo Djine Seck me envío los informes de la cooperativa apguerleseck, contraparte local de Okume, de la zona de la comunidad de Sadio en el corazón de Senegal, todo eran sonrisas y más sonrisas. Primero me comentó como iba el dispensario médico y que a pesar de que nuestra enfermera jefa, Mame Diara, había sido trasladada más cerca de su familia en un tiempo récord, otro enfermero habia ocupado su lugar y que en el terreno sanitario había tenido escasa repercusión tal cambio, a pesar de que la huella de nuestra amiga había sido profunda en Guerle Seck.

Posteriormente me comentó la ilusión del colectivo de profesores respecto a la idea de mejora de las escuelas de toda la comunidad, proyecto que David, un nuevo amigo de Okume se preocupó en trasladar hace menos de un mes y que será nuestro nuevo caballo de batalla en esos lares.

Por otra parte la cooperativa de cosedoras que hace años inició su andadura y que hace un año dimos el impulso definitivo para su desarrollo, no sólo se mantenía sino que daba cabida a nuevas ideas y otras mujeres del mismo poblado se habían unido para que la ropa que hacìan se pudiera vender en el mercado y eso repercutiera en la mejora de la calidad de vida de la gente de Guerle Seck y alrededores.

Por último me exponía el problema secundario al progreso. Al tener un mejor control sanitario, habían  menos niños fallecidos, por lo tanto mayor demanda escolar, mayor demanda en la alimentación y como muchas mujeres se apuntaban a la bolsa de trabajo impulsada por Okume en sus diferentes iniciativas sus hijos necesitaban un lugar donde estar los primeros dos años de vida, una guardería, lo que allí llaman una escuela coránica.

Las familias se organizaron en forma de cooperativa para asumir el coste de los maestros y pedían a Okume la realización del local donde albergar a estos niños.
Okume se trasladó hace un mes para evaluar el proyecto, aceptarlo e iniciar las obras que estarán finalizadas durante el próximo verano, donde yo mismo espero trasladarme para  inagurar el centro.

Todo ello me lleva a la reflexión de que el progreso lleva a más necesidades y que de alguna manera es cierto que existen más opciones, pero hemos de asumir que a la vez existen más problemas, incluso algunos se nos antojan familiares en nuestras rutinas diarias como padres. Pero ello ha creado una mejora sustancial en la calidad de vida de la zona y un hecho sin precedentes, la organización espontánea de cooperativas que gestionan cada necesidad, de la que Okume participa de forma activa, pero que, y eso es lo más importante, ellos mismo empiezan a resolver.

Todo ello creó un nuevo problema. Djine me explicó que esta situación había creado la necesidad de que los niños pudieran trasladarse a alguna ciudad a seguir los estudios, ciudades de 12 o 20 kilómetros de distancia donde la educación da un salto hacia adelante respecto a su calidad. Decidimos durante las últimas semanas comprar un minibus, mejor dicho Okume daba la paga y señal y el servicio público que se dará al minibus fuera del horario escolar ayudará a pagar el resto del coste del vehículo. Enviamos ese dinero y el minibus es un hecho, y la idea de la autogestión una constante en el pensamiento de la zona con Djine a la cabeza.

Por último nos trasladamos a Mbelecke al norte de Senegal a los dominios de Moustapha Ndiaye, amigo para siempre que me enseñó como los senegaleses se asocian aquí en Cataluña y como ellos mismos intentan buscar soluciones a sus problemas. Decidimos colaborar, como sabéis, con la "Asociació Amics del Senegal". Okume ha iniciado un proyecto para la construcción de las letrinas de las escuelas de la zona, para que la higiene sea una constante también en esa zona y por lo tanto de alguna manera la sanidad también se vea beneficiada.

Por último Mame Gor nos habló de como iba el dispensario que Okume ayudó a financiar en Keurn Gana. Hemos firmado, como sabéis, un convenio con el Hospital Clínico y en breve dotaremos de equipos médicos al dispensario para aumentar en su calidad las posibilidades de este nuevo oasis de la realidad.

Jere jef. Gracias a ellos, a cada uno de ellos, a Djine, a Mame Gore, a Moustapha, a Mamadou, a Mame Diara, a Kalam y a un largo etcétera...sin ellos, sin la posibilidad que nos brindan no mereceríamos sus Jere jef.

El nuevo reto será construir una casa de Cooperantes en San Lois, también en Senegal, proyecto ya evaluado y aprobado,..., pero eso formará parte de un nuevo blog, de un nuevo sueño.

JERE JEF.

Salut i Força

Jordi Seuba

martes, 3 de mayo de 2011

El esfuerzo colectivo

Hoy es un día curioso. Tras observar como el Barça llega a la final de la champions , ahora, oyendo las diferentes opiniones de la gente, me viene a la memoria algo que en cierta manera nos equipara.

El esfuerzo colectivo para conseguir cada uno de los objetivos.

Iniciar este recorrido por los amigos de Todo Porque Rías, gracias a su esfuerzo, a sus ensayos, a su perseverancia a sus ilusiones, se consiguió el objetivo de financiar el orfanato del Nepal al que Okume está vinculado durante este año. Gracias a los chicos de Sam en su próxima obra podremos seguir acumulando esfuerzos y éxitos posteriores, en este caso y con toda probabilidad para ayudar a la cooperativa de madres trabajadoras de un pequeño lugar recóndito del África negra, posiblemente en Senegal.

Por otra parte gracias al esfuerzo del Balmes como institución y de sus principales representantes en particular, el colegio de Guinea Ecuatorial no sólo es una realidad si no una apuesta de ilusión de cara al futuro, una ilusión de la que participa activamente mi amigo Pere que hoy de nuevo se desplaza a Ntobo allí en la Guinea continental para finalizar las obras ya empezadas por él mismo, continuadas por nuestro amigo Amador que volverá en pocos días a reunirse con nosotros , Luis y el propio Juan, con el Balmes como respaldo de ilusión permanente.

A Jose, a Teo, a los premios GaS, que otorgaron su confianza en nosotros para que el proyecto de Camerún sea una realidad que ya funciona, que ya existe, la primera piedra de algo perdurable en el tiempo.

El esfuerzo colectivo de Olga, Carme o Mercè yendo a todas las reuniones posibles y abriendo una brecha que dará que hablar con la UPC con la que Okume establece un vínculo permanente.

A los acuerdos con el Hospital Clínico de Barcelona para que el material hospitalario con los que dotamos los dispensarios médicos abiertos sean de calidad contrastada.

Los sueños compartidos con Rosa, Bet, Lola, Cris, David, Luis, Rosa Maria, Natalia y un largo etcétera para que los sueños de establecer cooperativas autogestionables, satélites de Okume que funcionen de forma autónoma y que creen sueños cerca de nuestros hogares sean una realidad.

A Javier y Abel por darnos a conocer la obra social de Caja Navarra.

A Eva y su aportación entrañable con su trabajo diario, y su papel destacable en enseñar lo que somos, sin intentar ver nada más que lo que hay.

Me dejo a muchos, pero a todos englobo, a cada uno de los que muestran su ilusión por Okume.

El pasado sábado asistí a uno de esos eventos de esfuerzo colectivo. Como sabéis intentamos crear una red de voluntarios en Sant Esteve Sesrovires y en Martorell. Nuestro principal fin es establecer una red de personas que colaboren con los más necesitados, ancianos, personas con necesidades psico físicas etc y que a través de los asistentes sociales de los dos ayuntamientos podamos coordinarnos con ellos, ayudar a un sin fin de personas con el fin de hacerles su vida más llevadera, traer innumerables actividades y un largo etcétera que pretende finalizar con la puesta en marcha de un centro coordinado por nosotros cuyo fin es iniciar un proyecto con enfermos cognitivos y terapia con animales, en concreto con perros. 
Todo ello  inicia su fragua hace aproximadamente un mes con la firma del convenio entre el Ayuntamiento de Sant Esteve y nosotros, cuyos voluntarios serán coordinados por Bet, y hace una semana  un convenio similar con el Ayuntamiento de Martorell, cuyos voluntarios serán coordinados por Rosa. Ambos Ayuntamientos dirigidos por alcaldes de partidos diferentes, pero como dice mi nuevo amigo Salvador, con problems similares.

Lo que parece que convenció a ambos ayuntamientos fue la ilusión depositada por Okume para conseguir su objetivo y la sensación existente de que tenemos un potencial infinito.
Ambos equipos de voluntarios se unieron y se convocó una reunión el pasado sábado que titulamos "Aprendre a acompanyar". Dicha charla convocó a una cuarentena de personas en Sant Esteve un sábado por la mañana. De alguna forma estando presente o no, todo Okume participó en ella. Desde Sonia, David, Susana o Tom a la hora de realizar la ayuda con material gráfico, a Bet para ayudar a planificarlo, a Lola , a Rosa , a Natalia , Rosa Maria y a una nueva amiga de Okume, Eli, sin la cual la charla que logré impartir no hubiera sido tan fácil, al no poseer el material necesario para ello.

En esta charla la gente durante unas cuatro horas participó de forma activa. Un puñado de voluntarios nuevos se apuntaron a la idea de Okume y un nuevo concepto de ilusión apareció en el ambiente. Ya no se trata sólo de ayudar al desconocido, si no ahora ya al más cercano, a nuestro amigo, vecino o propio familiar.

El éxito fue mayor al explicar que en realidad todo Okume está de alguna forma implicada, desde  los chicos de Sam que montarán pequeños eventos para su dinamización, a personajes de nueva adquisión que se han ofrecido para realizar talleres de danza, canto, yoga, magia etcétera, en una idea de hacer algo por alguien aunque ese alguien no pueda hacer más que regalarnos el mayor de sus tesoros, su sonrisa.

Eso, ese triunfo, esa sonrisa, es el objetivo y el fin..el triunfo de nuestro esfuerzo, de nuestra ilusión.

De nuevo gracias por dejarme participar de ello.

Salut i Força

Jordi Seuba

martes, 12 de abril de 2011

Vivencias

Me resulta difícil volver a escribir tras el último viaje a Camerún. Fue un viaje especial. Por motivos que no vienen al caso quizás no ha sido el viaje que más intensidad he tenido que desprender pero con toda seguridad ha sido de los desplazamientos más fáciles pues tanto Teo como Xantal facilitaron enormemente la labor y el trabajo difícil que supone lidiar con equipos gubernamentales africanos, esa labor fue simplemente cero, pues Ngog Lituba y Xantal en concreto batallaron para que nosostros no nos preocuparamos de nada al respecto.

Cuando todo el esfuerzo tiene su compensación la verdad es que las horas de insomnio valen la pena.
Es curioso como las vivencias de Okume se van entrelazando unas tras otras y como las noticias positivas son cada vez mejores al simplemente entrar en dinámicas ganadoras.

En esa linea, en la de que las asociaciones locales asuman su responsabilidad, así como Okume asume la suya es como deberíamos trabajar.

Hace días, al volver de Camerún, mi amigo Tcherno Madjo Djalo me enviaba la matrícula de la escuela de Oporto donde realiza un curso de formación avanzada en Informática. Dicho curso ha sido financiado por nosotros. Conozco a Tcherno hace años, de mis viajes por Ingoree con Sor Romana Sachetti en Guinea Bissau. En ese momento, años desde el 1998 al 2002, tras una guerra civil, Tcherno era un chico con sueños fustrados a los que las circunstancias de su país habían truncado lo que él pensaba que sería su futuro. Hicimos amistad, incluso le llevé unas viejas botas de fútbol de mis andaduras de juventud por los campos de tierra de media Cataluña, y desde entonces, como así debería ser entre camaradas que les une la casualidad,Therno y yo nos unimos.

He seguido sus andaduras desde entonces. Pensad que lo conocí con quince años, y es duro ver como alguien a quien quieres, la vida no le brinda demasiadas oportunidades. Financié diferentes sueños de Tcherno, algunos salieron bien, otros fueron un auténtico fracaso, pero sé que cada paso que daba lo hacía desde el corazón.

Una vez, en un viaje que hice a Senegal, Tcherno atravesó medio país para reunirse conmigo horas antes de que mi avión partiera rumbo a España, pero no llegó a tiempo, no pudimos vernos a pesar que haciendo acopio de la gran virtud africana, la paciencia, utilizando medios de locomoción inverosímiles para intentar conseguir tan sólo cinco minutos de conversación, de compartir sueños, charlas, risas y evidentemente para explicarme que seguía luchando pero que no me olvidara de él.

Tcherno atravesó el Atlántico, el estrecho de Gibraltar y se instaló en Andalucía, las autoridades españolas no le facilitaron los papeles así que emigró a Portugal donde pudo conseguir un visado temporal.

Tcherno de repente me llamó como tantas veces, como tantos años y me explicó su nuevo sueño, montar una escuela de informática en Ingoree. Había montado una cooperativa en Guinea Bissau, tal y como tantas veces habíamos comentado, jóvenes llenos de ilusiones para salir de una situación sin esperanza. Quería quedarse en Portugal, formarse y volver a Bissau a su casa con los suyos, y montar una escuela.

Tcherno me lo explicó. Un sueño más o quizás el sueño definitivo. Han pasado muchos años desde que conocí a aquel joven de quince años, de sus impulsos, de sus batallas.

Le propuse financiar su formación para poder llevar a cabo su empresa. Le propuse que esta vez yo no lo financiaría, lo haría Okume, Okume formaría parte de su sueño.

Tcherno renovó su pasaporte gracias a 458 euros, no lo extraditaron, está estudiando para formar algo, para crear y dar forma a su sueño, que también es el nuestro. De nuevo, menos de quinientos euros para cambiar una vida.

Esa reflexión me devuelve a Senegal, a Mame Gor y su hermana felizmente operada gracias a nuestro ángel anónimo de Castelldefels.

Mañana David se va a Senegal. Lleva una bolsa de ilusiones. Irá a supervisar como van nuestros proyectos por allí, como funciona el dispensario, la cooperativa de cosedoras, el hospital de Keur gana, como evoluciona la hermana de Mame Gore.

También lleva ilusion. La financiación de la escuela de niños pequeños de Guerlé Seck. Proyecto llevado a cabo por Kalam, por Djine o sea por la Association pour le Developpement de la zone de Guerle, por la contraparte local de Okume, por ellos, que somos nosostros, que somos todos. Suerte.

La cooperación es algo más que abrir hospitales, escuelas o cooperativas de cualquier tipo... es una oportunidad la de relacionarnos como seres humanos, la de conocernos, intercambiar sueños, compartir,..., comunicarnos. La vida hace que nos hayamos unido en pos de todo esto, Djine, Tcherno, David etc forman parte de un uno sólo, de un sueño común.. quizás parezca extraño pero no hay nada más... conocernos e intercambiar sonrisas.

Alguna vez me han preguntado qué quiere OKUME. Una vez nos relacionaron con algún tipo de interés más allá de lo descrito, ya sea por política o economía. Responder diciendo que no trabajamos con ni para intereses particulares sino con y para las personas anónimas que formamos esta maquinaria de ilusión.

Hoy como siempre brindo por los sueños compartidos incluso por los que no se materializan, incluso por los que se queden en el futuro por el camino, pues cada vivencia que ello nos proporciona nos hace a cada uno un poco más ricos.

Salut i Força

Jordi Seuba

martes, 22 de marzo de 2011

El Castell: Portada "elCastell.org"

El musical 'Hijos del Rock'n'Roll' llena el Teatro Plaza en dos sesiones consecutivas

La doble función programada por el club de teatro musical Todoporque Rías gozó por dos veces seguidas de un notable éxito de asistencia y participación del público
El club de teatro musical de Castelldefels Todoporque Rías, vinculado a la Fundación Privada Okume AZ, estrenaba el pasado 20 de marzo en el Teatro Plaza el musical 'Hijos del Rock'n'Roll'. El éxito en la venta anticipada de entradas ya había provocado que el club de teatro hubiera tenido que programar una doble función de esta obra de teatro amateur de manera que se realizaron dos representaciones, la primera a las 18 horas y la segunda alas 20:30.
El musical, ambientado en la efervescencia creativa de los años 80 en la ciudad imaginaria de Castellrock, consiguió por dos veces seguidas llenar el teatro y levantó al público de sus butacas. La recaudación de la representación, con fines solidarios, se destinará a los niños de Nepal, un proyecto de la Fundación Privada Okume AZ.

jueves, 17 de marzo de 2011

El Sueño de Teo

Hace tres años que conozco a Teo Biboum. La causalidad a la que tanto hago referencia nos unió en un evento en que ninguno de los dos debíamos participar, pero que fue nuestro nexo inicial de unión, nuestro punto de partida. Recuerdo como Teo explicaba con esa mirada llena de bondad que los que tenemos la suerte de conocerle percibimos en él, las dificultades existentes en todos los ámbitos en la zona de donde procede, allí en las entrañas de Camerún. Resultaba difícil no simpatizar con él, pues hablaba con esa sinceridad propia del que conoce de primera mano las dificultades existentes, por haber formado parte de ella. Pero Teo no huyó de su realidad, simplemente tubo algo de suerte junto con algo de pericia y escapó de Nyanon a Yaounde , de ahí a Duala, el Congo y de allí a Barcelona dejando tras de sí aquello que realmente era, simplemente anhelando lo que todos queremos y a lo que todos deberíamos optar, una vida mejor. Y Teo fue consciente de su suerte y quiso intentar ayudar a su familia, a sus amigos a aquellos a los que también merecen una oportunidad.


Todo eso es lo que Teo me trasmitió. Por ese entonces Okume como tal llevaba poco tiempo de vida, yo me movía entre Senegal y Guinea Ecuatorial, intentando hacer aquellos proyectos algunos de los cuales hoy ya son una realidad.

Y Okume formó parte de la vida de Teo, y la vida de Teo, su sueño formó parte de los sueños de Okume.

Por el camino hemos hecho diferentes eventos, torneos de fútbol, conciertos, talleres. Llenamos el almacén de trastos y más trastos fruto de donaciones que íbamos acumulando para un fin.

Apadrinamos familias camerunesas, becamos a niños de Camerún para su formación, desparasitamos treinta mil niños al año en un programa que nos valió el reconocimiento de las autoridades sanitarias de allí y de aquí, no pudiendo definir a estas alturas que está más cerca y qué más lejos de nuestros corazones.

Finalmente Teo tuvo un sueño, Okume tuvo un sueño. Abrir un centro sanitario en Yaounde con el fin de que las personas que ya trabajan en Camerún para Okume formen una cooperativa sanitaria, y lleven a cabo esa labor para lo que fueron creados, desarrollo de una sanidad de calidad que aportara recursos no sólo para la autofinanciación del centro y sus trabajadores, sino para atender a los habitantes del distrito de Nyanon.

Y de nuevo las causalidades. De repente cuando nuestro proyecto supera diferentes adversidades, algunas de ámbito personal, nos embarcamos a esta nueva aventura para cerrar todo aquello para lo que existimos dentro de la Fundación. Fuimos a Camerún, a Yaundé, vimos el final de las obras del dispensario, fuimos al Distrito de Nyanon a empaparnos de alegría, la de aquellos que no tienen nada más que dar y ofrecer. Yendo de colegio en colegio Jose, Chantal, Clemance, Teo y yo fuimos atendiendo a los niños por la mañana realizando aquel programa de desparasitación que ya funciona, y nos alegramos al ver como nuestra enfermera Clemance nos indicaba los cambios positivos acontecidos desde que empezamos nuestra labor. Por la tarde asistíamos a los adultos, y en las visitas, cansados y exhaustos reíamos sin parar, mientras Teo tenía su mirada perdida.

Nos acogieron en su hogar, una familia camerunesa afincada en París que habían construido un dispensario pero que aunque soñaban en hacer algo más se veían limitados en ello, y de nuevo tuvimos la idea de unir esfuerzos, como todo lo que ha pasado en esta historia. Nos comprometimos a dar un uso al dispensario a llenarlo de material y a cambio simplemente lo utilizaríamos para darle un servicio. Teo sonrió, la familia camerunesa estaba feliz,…a veces la felicidad es solo un camino sin vuelta atrás.

Teo, Jose y un servidor nos desplazamos a Camerún, para enriquecer a nuestras retinas, para empaparnos de sonrisas ajenas, para intentar abrir un nuevo proyecto, para ellos, para nuestros amigos compartidos.

Hoy este sueño es una realidad. La colaboración del Hospital Clínico se nos antoja indispensable para realizar ese salto de calidad en el proyecto. EL trabajo realizado por Jose con el premio Gas de HP una sonrisa permanente por parte de este voluntario que ha podido ver en directo como se construye un sueño. La labor desde los cooperantes de Martorell para mantener viva la llama de la cooperación y poder dotar de una estructura sanitaria digna a los más de treinta mil niños repartidos por más de cien colegios de la zona. Y las personas, las que están, las que estuvieron, las de nueva adquisición, como el descubrimiento de Chantal y Clemence que han adoptado el proyecto como propio y que una con la cabeza y la otra con el corazón harán de este el proyecto de su vida.

Es difícil ver a Teo ahora, su satisfacción le supera, ha conseguido un sueño que no es otro que hacer partícipe a otros de sus anhelos.

Hoy de nuevo Okume brinda, con fuerza y con intensidad, la de la satisfacción que produce el trabajo bien hecho.

Y esto sólo es el principio.



Salut i Força.

                                                                                                            Jordi Seuba

jueves, 17 de febrero de 2011

El regalo del ángel

Poco tiempo queda para nuestra nueva aventura africana. Cierto es que no importa sólo el viaje y la experiencia concreta pero no es menos cierto que la sensación de paz que te invade cuando te desplazas a empezar una nueva aventura es en si misma una experiencia sin igual. A eso vamos a realizar una nueva aventura. Cada gota de nuestro oceano ha contribuido para lo que en realidad ya es un hecho. Sólo queda descargar los containers desplazados a Yaundé y llenar cada espacio del nuevo hospital de la capital de Camerún de millones de sonrisas llenas de ilusión.

El otro día conocí a Sonia. Sonia es la enfermera del Hospital Clínico que desplazamos un mes a Camerún para preparar el terreno para que podamos empezar esta nueva andadura. Curiosamente no nos conocíamos, habíamos establecido nuestro encuentro siempre por vía online, siempre a través de terceras personas. Ella se desplazó sin más, con la idea de que  iba a tener una experiéncia personal fascinante y que de paso iba a ayudar a gestionar este nuevo proyecto. Con la modestia de quien simplemente con ayudar tiene suficiente intentaba quitar mérito a su actuación mientras Teo y yo intentábamos explicar lo importante de su estancia para que todo el devenir sea posible. Una persona más, cargada de un saco de ilusiones se cruzó en nuestro camino, de verdad creéis que ese encuentro fue casual?. Yo creo que no, ya nada será lo mismo y nosotros podemos ir algo más deprisa gracias a ella. Desde aquí te repito mi agradecimiento, no por nada, sólo por ser, por estar, por ayudar, aunque sé que no lo necesitas, te adjunto a este mundo de sonrisas compartidas.

Hemos de brindar también porque los proyectos de voluntariado de Martorell y Sant Esteve Sesrovires van cogiendo forma. Hablándolo en global podemos decir que Okume ya no sólo es una Fundación que desarrolla su actividad en zonas alejadas de nuestro continente, sino que ya es una realidad para nuestros vecinos y  podemos hacer una gran labor al lado de nuestros hogares, ayudando a nuestros ancianos. 

Nos conceden un local para que sea nuestra sede oficial en Martorell, nos piden que realicemos cursos de formación para voluntarios, nos acogen con cada una de nuestras ideas y las hacemos ideas de todos pues al final lo importante es sumar esfuerzos para lograr objetivos comunes. Hoy brindo también por ello.

Hace muchos años en el pueblo de Guerlé Seck, en Senegal, existía un anciano. Se murió hace cinco años. Ese anciano era el  señor con más edad de una zona de varios kilómetros a la redonda. Cuando estábamos en la fase de construcción del dispensario médico de aquel entonces, observé magia en medio de África. Decenas de niños se acercaban a la puerta del anciano, voluntariamente, sin que sus padres los acompañaran, sin ser invitados desde la nada. Se sentaban en forma de media luna alrededor de la puerta del anciano y le cantaban coralas, canciones tipicas del corán. Normalmente el anciano salía inmediatamente y esperaba que los niños acabaran su canción. De repente su voz se alzaba en medio de la oscuridad y de esa oscuridad se hacía luz. Era la historia del anciano, en capítulos diarios, explicando sus vivencias, sus epopeyas, sus ilusiones realizadas sus fustraciones jamás conseguidas. Durante exactamente los veinte minutos que duraba su relato, sólo existía silencio. Al final todos los niños se levantaban y decían... buenas noches maestro, que Alá le bendiga. El anciano esperaba que el último niño abandonara  el espectro de luz que dejaba divisar a unos ojos cansados y seguramente desgastados por las cataratas, nos miraba, inclinaba su cabeza, sonreía y se iba a dormir, cada noche durante muchas noches.

Cuantas cosas hay que aprender, cuantas cosas hay que transmitir.

En el último año de vida del anciano conocí a Mamegor, el que el otro día definí como el hombre más guapo de África. La verdad es que al principio pensé que era un pelín arrogante, consciente de su belleza y saber estar, pero poco a poco me permitió conocer más allá de su fachada, más allá de su propia imagen.

Mamegor hoy sufre, como sufrimos todos cuando alguien a quien queremos sufre una enfermedad posiblemente terminal y  para mayor desesperación no pudiendo  tener la oportunidad que la medicina brinda por la falta de recursos económicos propios de la zona en la que colaboramos.

El otro día escribí en el blog esta historia, referí la injusticia de no poder tener el mismo derecho que cualquier otra persona simplemente por nacer en un lugar determinado. Real, lógico, habitual,..., injusto.

Hoy por la mañana absorto en mi trabajo apareció un ángel en Castelldefels. Dejó un sobre a mi nombre. Abrí la carta, en ella tres cosas destacaban. Un chupachup, seiscientos noventa euros y una nota. La nota decía. He leído  el blog, Dile al Sr. Mame Gor que el ser humano debiera tener por lo menos una oportunidad. El resto ya se verá.

Sonreí. No estaba firmada, no sé quien fue, tampoco importa, pues de eso se trata, de ayudar si se puede, de dar oportunidades, del hoy, del aquí del por que sí.

Esta tarde hemos enviado el dinero a Senegal. He llamado a Mamegor. El hombre más guapo de África ha llorado, creo que podía sentir sus lágrimas.  Sólo queda desear suerte. Gracias Ángel.

Salut i Força

Jordi Seuba

domingo, 13 de febrero de 2011

Las gotas del mar llenan un oceano

Muchas cosas han sucedido en las últimas semanas, todas importantes, ninguna más determinante que otra, todas dinamizadoras,  para nuestra Fundación... ensanchando los lares, incrementando cada labor, la de cada uno de nosotros.

Quiero, primero, agradecer la cena íntima que tubimos en Castelldefels con nuestros amigos de Todoporque Rías, quiero decir que nos lo pasamos muy bien, que fue un encuentro divertido, ameno, locuaz, donde una treintena o cuarentena de personas de diferentes edades que posiblemente no coincidiríamos por nada del mundo por ningún motivo aparente, nos encontramos en pos de un sueño de una gota de agua, la que entre todos queremos aportar. Fue hermoso ver como al final de la fiesta la gente cantaba y se divertía y nos conocíamos y disfrutábamos de ese nuevo conocimiento, no por nada si no por el simple placer de comunicarnos, de establecer puntos de unión aquello de lo que el hombre se le presupone aunque a veces no siempre lo demuestre. Habrán más días, habrán más cenas, pues eso nos hace más fuertes, en nuestra unión, por objetivos parecidos el de ayudar divirtiéndonos. Gracias Rosa por todo lo que das sin pedirlo, gracias Cristina por compartir sonrisas, gracias Olga por ser y estar gracias Mercé i Carmen por recordar que siempre hay que recordar, gracias David, Sonia, Manu, Susana por ser motor y alma, Gracias Juan por estar, gracias Jose por creer... gracias Todoporque Rías por compartir.

Segundo, el evento de la presentación del libro y abertura de la escuela de Guinea Ecuatorial en el C.E. Jaume Balmes, Hospitalet, donde Nuria nuestra nueva amiga nos hizo de anfitriona y donde Pedro hizo de maestro, pues eso es lo que es, maestro de todos, pues esa es la persona no sólo que idea si no que es capaz de transmitir, y el otro día fue eso, un día de transmitir, de compartir, de valorar sueños realizados, ideas pendientes, esfuerzos  compartidos, protagonistas dispersos pero ante todo setenta y ocho niños que poco a poco entran en el mundo de  las ideas.

Gotas de agua en un oceano llenos de barcos y una sola dirección, con un solo viento, con muchas metas pero en una misma isla...

Ayer llegó Luis a Guinea E., él inicia una andadura difícil, acometer y finalizar la construcción de la casa de cooperantes de Guinea. Difícil porque por definición en Guinea todo es difícil, pero quiero brindar por Luis y de nuevo por Amador, pues dejando a familia, amigos etc. al margen, se embarcan en un viaje de tiempo indeterminado para que el proyecto guineano vaya cobrando forma y Benito y el resto puedan heredar una escuela maravillosa.

Por otra parte informar que Teo, Jose y un servidor nos vamos en breve a Camerún por dos motivos determinantes. Por una parte, ya han acabado las obras del hospital de Yaundé, ya se han descargado los containers y podemos decir que tras la inspección técnica de los expertos, tenemos un dispensario perfectamente equipado en el corazón camerunés. Lo vamos a poner en marcha y a afianzar a las personas que allí trabajan en pos de la sanidad para y con Okume. Y por otra parte, a desplazarnos al interior del país para certificar aquel programa de desparasitación de treinta mil niños que empezamos hace dos años,..., y de paso  buscar los recursos para conseguir una ambulancia que nos sirva para trasladar enfermos que lo precisen.

Otra gota de agua, y llevamos muchas.

También habrá que irse a Senegal, pues Djine, el culpable de mi todo, el hombre que me engañó haciéndome pensar que todo es posible y que introdujo ese extraño virus que aún perdura dentro de mí, me envía el presupuesto de reforma de la guardería de Guerlé, unos mil euros que hemos de conseguir. Y Mamadou, que me indica el proyecto de la casa de cooperantes en Senegal, y el hospital de Keur Bana que hemos de equipar, aunque ya está a pleno rendimiento.

Mención aparte a mi amigo Mame Gor enfermero de Guerlé, al que cuando conocí llamé el hombre más guapo de África, y os aseguro que si no lo es, se le acerca. Ahora está en un mal momento porque su hermana sufre una enfermedad y necesita casi setecientos euros para tener una opción, euros que la Fundación intentará conseguir. La diferencia entre tener una oportunidad para seguir respirando o no son menos de mil euros, el precio de una vida, el precio de una oportunidad, es extraño que Mame Gor lo asuma con total normalidad y que yo en cierta manera también lo vea así tras años por esos lares, pero no deja de ser indignante la diferencia entre el valor de una vida u otra en función del lugar de nacimiento.

Un abrazo especial al Sr. Songo, marido de la presidenta del comité local de Burkina Fasso  que está gravemente enfermo.

Un guiño a mi amigo Mario de Guinea Bissau que quiere asumir el proyecto en Ingoré, al norte del país, de la creación de un centro educativo para ofimática, proyecto que estamos valorando y que incrementará nuestros esfuerzos, nuestras gotas y hará crecer el oceano siempre y cuando lo veamos viable... Hola de nuevo Mario, ya andamos juntos hace años, y es bueno recordar que gracias a ti conocí Bissau y salí sano de allí, dicho sea de paso. Un país precioso Guinea Bissau, llamado del cuarto mundo, de los siete países más pobres de este extraño planeta azul.

Dos gotas de agua más llevadas a cabo con el esfuerzo de Bet y Rosa, la iea de montar una red de voluntarios para los más necesitados, más cerca de nuestro hogar, para disfrutar del necesitado, del anciano al que hemos dejado de lado, y gracias a mi amiga Montse, a intentar que todo un centro educativo asuma como asignatura de libre elección el trato con la gente mayor, la ayuda y sobre todo, la labor de compartir experiencias como parte inequívoca de nuestra formación como ser humano... la de aprender gracias a no decir nada, simplemente sabiendo escuchar al que tiene algo que decir...

Miles de gotas de agua, centenares de personas remando, diferentes  metas, todas en una isla...simplemente esperanzador

Mucha información, un oceano inmenso, un mundo grande, muy grande, muchas cosas que hacer, de algunas podremos brindar, de otras esperar una oportunidad de todo simplemente soñar.

Un abrazo de ensueño por formar parte de este oceano de paz.

Salut i força

Jordi Seuba

miércoles, 12 de enero de 2011

A vista de pájaro

La extraña sensación de nuestro amigo influye de forma permante en el que éste observa. El halcón, ave sin igual, que parece que todo lo divisa, que todo lo controla, planea por cada uno de los metros que componen su territorio, sin dejar de observar, sin dejar de meditar cada paso, cada minúsculo golpe de ala, a sabiendas que cada esfuerzo merece ser meditado, merece ser planeado, no tan en pos de conseguir nada, sino más bien de no perder lo ya conquistado.

El halcón es un pájaro que me fascina, es pequeño, parece a lo lejos inofensivo, se le otorga propiedades sólo destinados a animales de compañía, pero a pesar de la falsa creencia humana de su fidelidad, no es del todo cierto, pues cuando levanta el vuelo sólo atiende a su voluntad, a lo que en ese momento su alma dictamina, y si desea volver a tierra firme lo hace con un propósito concreto, bien pensado, nada aleatorio, mientras el observado, el que ahora se convierte en observador de este espectacular ingenio de la naturaleza, no deja de imaginar lo que a muchos se nos antoja como algo probablemente mágico, probablemente místico... la sensación de lo que se debe sentir a vista de pájaro.

Muchas veces, cuando desde nuestras casas leemos la página web de Okume AZ o bien participamos de los diferentes eventos que promocionamos, nos sentimos como esa ave rapaz, fascinados ante lo que cada grano de arroz que nosotros hemos ido poniendo, se convierte en un aquí, en un ahora, en una realidad, y como cada grano de arena no es de nadie, ni siquiera del que lo aportó de forma física, es de todos, pues todos compartimos este sueño, desde el que más arena transporta del lugar más alejado, hasta el que recorre escasos centímetros para acumular algo de energía,..., y cada uno de ellos, cada uno de nosotros, nos sentimos halcones, capaces de volar lejos, a veces de forma real y otras con nuestra imaginación a esos lugares llamados Senegal, Camerún, Guinea, Nepal etcétera, sin olvidar vuelos más cercanos a Hospitalet, Martorell, Castelldefes, San Esteve Sesrovires, Collbató, Cornellà,.., de donde salió cada grano, a donde fue cada gota de sudor de nuestro esfuerzo.

Hoy existe gente un poco más feliz en Guinea, donde las maestras han decidido formar parte del entramado de Okume no como asalariadas, si no como uno de nosotros, como un voluntario más, para poderse convertir también en halcones, para poder volar y volver al lugar de donde pertenecemos, no por una falsa entendida gratitud, si no por una aunténtica voluntad de cambio, de ayudar, de dar sin esperar nada a cambio.

Tal información, una hora más tarde era apoyada desde las enfermeras de Camerún, desde Mamadu en Senegal, o Moustapha o Djine o Madame Songo, o Valentín o cada uno de ellos, de los observados, de los ayudados que se quieren convertir en observadores y no sólo esperar a recibir si no también ayudando a crecer.

Esto, todo esto, da sentido a Okume. La falta del uno, lo indispensable del todos, el sueño de que cada persona en si es importante, indispensable, pero que forma parte de algo más grande que uno mismo, forma parte de un sueño común, soñado por muchos y compartido por muchos más.

Cuando me acerco a mis compañeros, a cada uno de ellos y los veo trabajar, ilusionados, intentando buscar fórmulas para conseguir nuevos objetivos, pienso en ese pájaro singular, hermoso, inteligente, perspicaz,..., que levanta el vuelo, que mide cada paso, que calcula sus acciones y que siempre vuelve a casa, al calor de lo compartido, al mismo sueño que nace en un lugar común, más allá de los personalismos y de las epopeyas griegas que buscan la inmortalidad.

Me siento orgulloso de formar parte de este todo, y hoy especialmente, pues aparece un nuevo año y las ilusiones se me transmiten renovadas, con ideas autónomas, que sólo necesitan la fórmula cierta del éxito, éxito seguro que da el simple hecho de que lo que nace del corazón nunca fracasa, aunque a veces parezca imposible, lo podemos convertir en improbable y de allí a realizable...

2011 tiene grandes cosas preparadas para Okume... y no es un sueño.

Salut i força

Jordi Seuba

PRESENTACIÓN DE OKUME AZ

¿QUIÉNES SOMOS?

La Fundación Privada Okume AZ, nace como una iniciativa de un conjunto de maestros del Centro de Estudios Jaime Balmes, cooperativa con más de 25 años de experiencia en el ámbito de la educación.

¿DÓNDE ACTUAMOS?

La Fundación, no se pone límites geográficos para desarrollar sus objetivos, se limita a mantenerse fiel a estos últimos (artículo 6 de nuestros estatutos) y a su ideario como entidad. Allá donde su actuación sea necesaria y bienvenida Okume AZ tiene un potencial proyecto a desarrollar.

Aunque su labor como tal inicia con la concesión de becas de estudio y el proyecto educativo planteado en Guinea Ecuatorial, nuestra fundación rápidamente comienza a colaborar con otras organizaciones o proyectos. Concretamente en países como Senegal, Camerún, Burkina Faso, Paraguay o Nepal…, mediante el apoyo de su infraestructura, su organización, o del propio personal… No obstante, aprovechando nuestra cobertura y la experiencia en ámbito de la cooperación que tiene nuestro director el Dr. Jordi Seuba, Okume AZ ha acabado asumiendo la mayoría de esos proyectos.