martes, 22 de marzo de 2011

El Castell: Portada "elCastell.org"

El musical 'Hijos del Rock'n'Roll' llena el Teatro Plaza en dos sesiones consecutivas

La doble función programada por el club de teatro musical Todoporque Rías gozó por dos veces seguidas de un notable éxito de asistencia y participación del público
El club de teatro musical de Castelldefels Todoporque Rías, vinculado a la Fundación Privada Okume AZ, estrenaba el pasado 20 de marzo en el Teatro Plaza el musical 'Hijos del Rock'n'Roll'. El éxito en la venta anticipada de entradas ya había provocado que el club de teatro hubiera tenido que programar una doble función de esta obra de teatro amateur de manera que se realizaron dos representaciones, la primera a las 18 horas y la segunda alas 20:30.
El musical, ambientado en la efervescencia creativa de los años 80 en la ciudad imaginaria de Castellrock, consiguió por dos veces seguidas llenar el teatro y levantó al público de sus butacas. La recaudación de la representación, con fines solidarios, se destinará a los niños de Nepal, un proyecto de la Fundación Privada Okume AZ.

jueves, 17 de marzo de 2011

El Sueño de Teo

Hace tres años que conozco a Teo Biboum. La causalidad a la que tanto hago referencia nos unió en un evento en que ninguno de los dos debíamos participar, pero que fue nuestro nexo inicial de unión, nuestro punto de partida. Recuerdo como Teo explicaba con esa mirada llena de bondad que los que tenemos la suerte de conocerle percibimos en él, las dificultades existentes en todos los ámbitos en la zona de donde procede, allí en las entrañas de Camerún. Resultaba difícil no simpatizar con él, pues hablaba con esa sinceridad propia del que conoce de primera mano las dificultades existentes, por haber formado parte de ella. Pero Teo no huyó de su realidad, simplemente tubo algo de suerte junto con algo de pericia y escapó de Nyanon a Yaounde , de ahí a Duala, el Congo y de allí a Barcelona dejando tras de sí aquello que realmente era, simplemente anhelando lo que todos queremos y a lo que todos deberíamos optar, una vida mejor. Y Teo fue consciente de su suerte y quiso intentar ayudar a su familia, a sus amigos a aquellos a los que también merecen una oportunidad.


Todo eso es lo que Teo me trasmitió. Por ese entonces Okume como tal llevaba poco tiempo de vida, yo me movía entre Senegal y Guinea Ecuatorial, intentando hacer aquellos proyectos algunos de los cuales hoy ya son una realidad.

Y Okume formó parte de la vida de Teo, y la vida de Teo, su sueño formó parte de los sueños de Okume.

Por el camino hemos hecho diferentes eventos, torneos de fútbol, conciertos, talleres. Llenamos el almacén de trastos y más trastos fruto de donaciones que íbamos acumulando para un fin.

Apadrinamos familias camerunesas, becamos a niños de Camerún para su formación, desparasitamos treinta mil niños al año en un programa que nos valió el reconocimiento de las autoridades sanitarias de allí y de aquí, no pudiendo definir a estas alturas que está más cerca y qué más lejos de nuestros corazones.

Finalmente Teo tuvo un sueño, Okume tuvo un sueño. Abrir un centro sanitario en Yaounde con el fin de que las personas que ya trabajan en Camerún para Okume formen una cooperativa sanitaria, y lleven a cabo esa labor para lo que fueron creados, desarrollo de una sanidad de calidad que aportara recursos no sólo para la autofinanciación del centro y sus trabajadores, sino para atender a los habitantes del distrito de Nyanon.

Y de nuevo las causalidades. De repente cuando nuestro proyecto supera diferentes adversidades, algunas de ámbito personal, nos embarcamos a esta nueva aventura para cerrar todo aquello para lo que existimos dentro de la Fundación. Fuimos a Camerún, a Yaundé, vimos el final de las obras del dispensario, fuimos al Distrito de Nyanon a empaparnos de alegría, la de aquellos que no tienen nada más que dar y ofrecer. Yendo de colegio en colegio Jose, Chantal, Clemance, Teo y yo fuimos atendiendo a los niños por la mañana realizando aquel programa de desparasitación que ya funciona, y nos alegramos al ver como nuestra enfermera Clemance nos indicaba los cambios positivos acontecidos desde que empezamos nuestra labor. Por la tarde asistíamos a los adultos, y en las visitas, cansados y exhaustos reíamos sin parar, mientras Teo tenía su mirada perdida.

Nos acogieron en su hogar, una familia camerunesa afincada en París que habían construido un dispensario pero que aunque soñaban en hacer algo más se veían limitados en ello, y de nuevo tuvimos la idea de unir esfuerzos, como todo lo que ha pasado en esta historia. Nos comprometimos a dar un uso al dispensario a llenarlo de material y a cambio simplemente lo utilizaríamos para darle un servicio. Teo sonrió, la familia camerunesa estaba feliz,…a veces la felicidad es solo un camino sin vuelta atrás.

Teo, Jose y un servidor nos desplazamos a Camerún, para enriquecer a nuestras retinas, para empaparnos de sonrisas ajenas, para intentar abrir un nuevo proyecto, para ellos, para nuestros amigos compartidos.

Hoy este sueño es una realidad. La colaboración del Hospital Clínico se nos antoja indispensable para realizar ese salto de calidad en el proyecto. EL trabajo realizado por Jose con el premio Gas de HP una sonrisa permanente por parte de este voluntario que ha podido ver en directo como se construye un sueño. La labor desde los cooperantes de Martorell para mantener viva la llama de la cooperación y poder dotar de una estructura sanitaria digna a los más de treinta mil niños repartidos por más de cien colegios de la zona. Y las personas, las que están, las que estuvieron, las de nueva adquisición, como el descubrimiento de Chantal y Clemence que han adoptado el proyecto como propio y que una con la cabeza y la otra con el corazón harán de este el proyecto de su vida.

Es difícil ver a Teo ahora, su satisfacción le supera, ha conseguido un sueño que no es otro que hacer partícipe a otros de sus anhelos.

Hoy de nuevo Okume brinda, con fuerza y con intensidad, la de la satisfacción que produce el trabajo bien hecho.

Y esto sólo es el principio.



Salut i Força.

                                                                                                            Jordi Seuba

PRESENTACIÓN DE OKUME AZ

¿QUIÉNES SOMOS?

La Fundación Privada Okume AZ, nace como una iniciativa de un conjunto de maestros del Centro de Estudios Jaime Balmes, cooperativa con más de 25 años de experiencia en el ámbito de la educación.

¿DÓNDE ACTUAMOS?

La Fundación, no se pone límites geográficos para desarrollar sus objetivos, se limita a mantenerse fiel a estos últimos (artículo 6 de nuestros estatutos) y a su ideario como entidad. Allá donde su actuación sea necesaria y bienvenida Okume AZ tiene un potencial proyecto a desarrollar.

Aunque su labor como tal inicia con la concesión de becas de estudio y el proyecto educativo planteado en Guinea Ecuatorial, nuestra fundación rápidamente comienza a colaborar con otras organizaciones o proyectos. Concretamente en países como Senegal, Camerún, Burkina Faso, Paraguay o Nepal…, mediante el apoyo de su infraestructura, su organización, o del propio personal… No obstante, aprovechando nuestra cobertura y la experiencia en ámbito de la cooperación que tiene nuestro director el Dr. Jordi Seuba, Okume AZ ha acabado asumiendo la mayoría de esos proyectos.