sábado, 18 de junio de 2011

Un puñado de arroz

Aún hoy existen dudas ocasionales con respecto a las ONGs en general.
Tras varias estancias por esos lares, es cierto que algunas actuaciones distan a veces del ideario que se les presupone y pueden ciertamente ocasionar recelos entre la población, hoy sensibilizada con estos temas, pero por otra parte acuciada con sus propios problemas fruto de los tiempos de incertidumbre en los que vivimos.
Es justo imaginar que en parte somos entre todos culpables de la pérdida de fe en las actuaciones lícitas mayoritariamente de los colectivos llamados cooperantes.

Yo, más allá de afirmar o no tales miedos y dudas me  limito a decir y recordar que en general, aunque todos formemos parte de algo, de nuestra familia, nuestros compañeros de trabajo, nuestro equipo de fútbol etcétera, en realidad cada uno de nosostros somos seres indivisibles que tomamos decisiones cada uno la que cree más oportuna, a veces no siempre, la más correcta.

El otro día fui lector de una serie de falsedades respecto a la financiación de las ONGs y especialmente de la nuestra. Me produjo tristeza, más allá de la mentira que presupone establecer lazos de unión con personas a las que ni siquiera conocemos, que se nos utilice para satisfacer ansias personales de poder, me parece, por lo menos triste, y falto de seriedead con personas que pretenden o al menos pretendían, formar parte de algo, y tomar decisiones por un colectivo.

Lo voy a dejar aquí pues tales personajes no necesitan por ello más publicidad, pero no quería empezar este blog sin expresar mi desaprovación en nombre de un centenar de personas de la familia Okume que trabajan sin esperar nada más que la satisfacción propia del trabajo bien hecho para conseguir llevar a cabo cada uno de nuestros proyectos.

Dicho esto, tres noticias sobrevuelan el universo Okume.

Por una parte, el Minibus de Senegal ya es un hecho, ya se ha contactado con un conductor que acepta la fórmula de la autofinanciación como fórmula magistral al desarrollo futuro y ya hemos encontrado la forma de financiar por entero el coste de este transporte para que los niños puedan asistir a sus clases sin escusas secundarias por la lejania del centro escolar.

Por otra parte, y gracias a todos nosotros y a Todo Porque Rías, el arroz del orfanato de Nepal ya es un hecho y la cantidad comprada dará comida al orfanato durante seis meses.
Con esperanza esperamos que nuestro nuevo amigo Javier se desplace a finales de año a Nepal para poner en marcha el resto de proyectos que el orfanato y Okume tienen en común... y así sumaremos de nuevo sonrisas. Gracias a todos por el esfuerzo y a Cristina por permitirnos entrar en este fantástico proyecto.

Y por último, el proyecto de Okume con la UPC, lo que llamamos Xarxa Delta está en fase de maduración, hemos conseguido parte de los datos y se pretende dotar los dispensarios de Senegal en los que Okume participa de  material médico y humano para que la lucha contra la malaria sea una lucha a favor de la vida,..., y todo ello gracias al esfuerzo de muchos, al esfuerzo de todos.

Okume sigue en su suma y sigue, para ello cada socio, cada aliento, cada esfuerzo, cada vez que tocamos una puerta se abra o no, cada gota de sudor, ...,  vale la pena.

El 15 de Julio habrá otro gran esfuerzo colectivo en Martorell y posteriormente un la Diada Solidaria de Castelldefels... suma y sigue.

JERE JEF

Jordi Seuba

Salut i força

jueves, 2 de junio de 2011

Suma y sigue

Ayer vino a vernos Amador.

Amador, cooperante sin igual, ha pasado los últimos ocho meses de su vida en Guinea Ecuatorial. El hecho de pasar una temporada tan larga en África en un lugar donde no conoces a nadie inicialmente, donde te dejan a la brava y bajo el amparo de una Fundación que aunque te protege de alguna manera no puede vivir cada uno de tus momentos, no deja de ser un evento destinado sólo a los valientes. Valiente es la palabra que lo define. Volvió con una sonrisa eterna. Cierto es que inicialmente en una entrevista a su llegada, Amador me dio su impresión de su estancia. Lo malo, que también lo ha habido, fruto de la inexperiencia en el país, de las dificultades propias de Guinea, los malos entendidos secundarios a las diferencias culturales y la sensación ocasional de soledad que poco a poco con el paso del tiempo y con el dominio del espacio y el tiempo fue superándose. La sensación a veces de que los que están al otro lado del mediterraneo no pueden entender cada uno de tus momentos, y eso, os lo digo, es totalmente cierto, pues Amador no sólo fue a cooperar, fue a vivir, a enriquecerse como persona, a sufrir también y finalmente a disfrutar, pues sin su presencia allí dificilmente el proyecto huebiera sido el éxito que está siendo.

A día de hoy ya hemos parado las matrículas del año que viene pues las aulas están repletas.

Y allí empieza lo bueno, ese niño que no conocía los colores, las vocales, las sílabas y que ahora es capaz de leer, de escribir, de comportarse, de tener unas mínimas normas de conducta... osea, de sentir normalidad, de tener oportunidades.

Cierto es que el camino realizado por Amador no ha sido fácil, es más, posiblemente la mayoría de nosotros en algún momento de desesperación tras sufrir algún que otro hurto, o de sentirse estafado por alguna autoridad o bien al tener que pagar alguna multa del coche que muy bien no entiendes porqué te la están tramitando o miles de anécdotas que sólo su retina recuerda,..., en cualquiera de estos momentos hubieramos cogido un avión de vuelta y nos hubieramos desplazado al calor seguro de nuestro hogar.

Pero Amador no lo hizo, y aunque sé conscientemente que en multitud de ocasiones se lo llegó a plantear, también quiero reconocer el valor que representa perdurar en el empeño porque sabes que tu labor no sólo es importante, posiblemente ha sido determinante.

Al final de cada camino vivido, las dificultades te hacen más fuerte, mejor persona, más claro en tus convicciones, más maduro en tus decisiones. Así vi a Amador ayer tras llevar unos días ya con nosotros y haber podido reflexionar en lo que ha sido su experiencia.

Yo sé que volverá el año que viene, él también lo sabe, pues encontró allí una familia, unos amigos de verdad al final del camino, una suma de sonrisas eternas a su persona que en el fondo somos todos nosotros.

En definitiva él es Okume, nos ha representado y nos representa, como cada uno de los desplazados en cada uno de los lugares donde trabajamos.

Cada vez que veamos un niño en las fotos de Guinea con un libro, con una oportunidad... debemos acordarnos de quien fue determinante en su desarrollo, de quien es el valiente cooperante.

Jere jef Amador

Salut i Força

Jordi Seuba

PRESENTACIÓN DE OKUME AZ

¿QUIÉNES SOMOS?

La Fundación Privada Okume AZ, nace como una iniciativa de un conjunto de maestros del Centro de Estudios Jaime Balmes, cooperativa con más de 25 años de experiencia en el ámbito de la educación.

¿DÓNDE ACTUAMOS?

La Fundación, no se pone límites geográficos para desarrollar sus objetivos, se limita a mantenerse fiel a estos últimos (artículo 6 de nuestros estatutos) y a su ideario como entidad. Allá donde su actuación sea necesaria y bienvenida Okume AZ tiene un potencial proyecto a desarrollar.

Aunque su labor como tal inicia con la concesión de becas de estudio y el proyecto educativo planteado en Guinea Ecuatorial, nuestra fundación rápidamente comienza a colaborar con otras organizaciones o proyectos. Concretamente en países como Senegal, Camerún, Burkina Faso, Paraguay o Nepal…, mediante el apoyo de su infraestructura, su organización, o del propio personal… No obstante, aprovechando nuestra cobertura y la experiencia en ámbito de la cooperación que tiene nuestro director el Dr. Jordi Seuba, Okume AZ ha acabado asumiendo la mayoría de esos proyectos.