jueves, 23 de diciembre de 2010

Héroes. Segunda parte.

Llegan días muy especiales para algunos, tristes y de nostalgias para otros y con ilusiones para muchos.

Algunos de ellos, los héroes anónimos de nuestra vida, sufren la dicha del que se sabe feliz por hacer lo que nunca creyó poder hacer, poder afrontar y otros simplemente lloran como niños por no defender aquello para lo que se creían preparados.

Pero todos ellos son héroes, pues tanto en la satisfacción como en el sufrimiento, tanto en la felicidad como en la nostalgia, nunca se sienten solos, pues los héroes a los que imaginamos solitarios lobos de mar, existen por motivos diversos y entre ellos, aunque no se conozcan, se teje una hermosa luz invisible que hace que la energía fluya entre sus almas.

Hoy, en vísperas de uno de esos días que podrían antojarse como especiales, deberíamos brindar por cada uno de ellos, por los que se reflejan en nuestros escritos, por los que existen en nuestra mente, por el simple hecho de que viven al ser sus vidas vividas por ellos y también a través de nuestros sueños, de nuestras sonrisas.

Amador es una de esas personas, de esos héroes anónimos. 
Cuando hace dos años Carme, Olga y Mercè me lo presentaron, nunca creí que nuestras vidas llegaran a coincidir como así lo han hecho. Aún hoy, tras haber dado a sus hijas las fotos que me mandó para que éstas estuvieran contentas por lo que su padre vivía, aún hoy, recuerdo con alegría como alguien es capaz, con cincuenta y pico años, de meter su vida en dos maletas, llenar una mochila de mano de ilusiones y dejar todo lo que conoces, todo lo que te protege atrás en pos de un sueño compartido entre cervezas en una noche de miércoles en Castelldefels. 
Las fotos que Amador nos brinda desde Guinea E. expresan no sólo la normalidad del acto de que unos niños puedan ir al colegio, sino la ilusión que se advierte en los ojos del observador, pues las fotos plasman lo que siente el fotógrafo, no el fotografiado, y traslada la ilusión a cada uno de los que formamos parte de la Fundación, y nos hace más fuertes, más seguros de nuestras convicciones. 
Gracias Amador. No sólo por ellos, también por nosotros.

Valentín, desde Burkina Fasso, sufre el calor del que está sólo esperando eternamente noticias de su interlocutor, de aquella Fundación con la que recobró parte de lo perdido en infinidad de guerras inútiles labradas por este exmilitar, al que cuando conocí, ya no creía en nada y en nadie y que hoy forma parte de nuestra familia. 
Hace un mes Valentín sufrió una neuralgia del trigémino, enfermedad incapacitante y muy dolorosa incluso con los medicamentos adecuados, y que lejos de nuestros lares, se nos antoja de más difícil solución. Con algo de paciencia y con la ayuda inestimable del recibo de telefónica, compañía la cual es feliz desde que existe nuestra organización, Valentín logra un paquete con el tratamiento que este humilde médico cree que es el adecuado. 
Hoy sonríe y me transmite las sonrisas de los que están con él de su familia, de nuestra familia.

Teo, incansable como siempre, cargando el container que hará del hospital de Yaundé algo real en breve. 
El mérito se multiplica si sabemos que encima su hija está ingresada en el hospital por un problema renal y Teo es capaz de multiplicar sus hazañas como cooperante y como padre para no desatender sus quehaceres a la vez que proporciona a todos la tranquilidad que nos transmite al saber que nuestra confianza en él es la misma que la de él en nosotros, binomio único real de cara al éxito.

Mustapha, que me llama desde Senegal para decirme que el container enviado ha llegado y que las familias a quien va dirigido están felices, que las sonrisas se multiplican y que esperan que David y Luis aparezcan en unos cuatro meses para iniciar una nueva andadura en este país para mi tan querido.

Cristina, que logra sin descanso que el más alejado de nuestros proyectos vaya cogiendo esa seriedad que es necesaria para poder realizar cualquier tipo de cooperación, y desde esa seriedad hacer que Sammy, Rosa o Patricia, crean en el proyecto nepalí con tanta fuerza que comprometen sus manos y su mente en pos de conseguir con los objetivos.

Mi amigo Benito, a quien le debo creer en Guinea, incluso cuando mi mente actuaba en contra, en quien deposito toda mi confianza y de quien no puedo expresar más que agradecimiento, y que sé que cuida a todo el mundo que se desplaza, y que me tiene al tanto de cualquier problema que pueda acontecer... telefónica sigue riendo.

Bet, que con su sonrisa ha logrado convencer a todo un alcalde de la necesidad de que la ilusión se traslade a los más necesitados, pero no sólo en esos lugares a veces tan recónditos, sino cerca de nuestros lares, ayudando a aquel anciano que un día fue adulto y antes fue niño y que merece nuestra atención y nuestro cariño... trabajamos en ello.

Finalmente, mi amigo Mamadú, que hace pocos días fue padre por primera vez aunque no fuera de una forma muy deseada por él, pero que está feliz, muy feliz y yo con él y conmigo todos nosotros seguro.

Miles de heroes anónimos, miles de energias conectadas hacen que todos ellos brillen con luz propia, y que la suma simplemente sea eso, un poco de luz, un poco de magia.

Felices Fiestas a todos... gracias por estar allí...

Salut i Força

Jordi Seuba

PRESENTACIÓN DE OKUME AZ

¿QUIÉNES SOMOS?

La Fundación Privada Okume AZ, nace como una iniciativa de un conjunto de maestros del Centro de Estudios Jaime Balmes, cooperativa con más de 25 años de experiencia en el ámbito de la educación.

¿DÓNDE ACTUAMOS?

La Fundación, no se pone límites geográficos para desarrollar sus objetivos, se limita a mantenerse fiel a estos últimos (artículo 6 de nuestros estatutos) y a su ideario como entidad. Allá donde su actuación sea necesaria y bienvenida Okume AZ tiene un potencial proyecto a desarrollar.

Aunque su labor como tal inicia con la concesión de becas de estudio y el proyecto educativo planteado en Guinea Ecuatorial, nuestra fundación rápidamente comienza a colaborar con otras organizaciones o proyectos. Concretamente en países como Senegal, Camerún, Burkina Faso, Paraguay o Nepal…, mediante el apoyo de su infraestructura, su organización, o del propio personal… No obstante, aprovechando nuestra cobertura y la experiencia en ámbito de la cooperación que tiene nuestro director el Dr. Jordi Seuba, Okume AZ ha acabado asumiendo la mayoría de esos proyectos.